Cuando el miedo  a conectar con tu ansiedad y las aflicciones de tu interior te llevan a un escapar permanentemente de ti mismo.

Te aterra parar y que las preocupaciones te invadan, con la consecuente tristeza. Eres un escapista de tu presente.

La preocupación por perderlo todo, verte sin nada, y que el sufrimiento te rodee.

Acabas diciéndote:

‘Valgo si obtengo lo que necesito para sentir placer.’

Como corresponde a la triada del pensamiento, según  el eneagrama, te centras en asegurar tu seguridad, tu estrategia y planes van siempre focalizados a asegurar tu tranquilidad. Entrando en conflicto permanente entre tu realidad interior (tu mundo) y la realidad exterior banal y hedonista.

Eres el entusiasta.”

  • Entusiasmas a los demás con tu extravertido y extravagante sentido del humor. Tu seña de identidad es la sonrisa.
  • La procesión va por dentro, la sensación de vacío interior, la llenas con cosas, personas y experiencias gratificantes. Nunca es suficiente, te posee la hiperactividad.
  • Tu mente nunca calla, parlotea consigo misma permanentemente. Es el modo de escapar de pensamientos negativos y no profundizar.
  • Tu realidad es de color de rosa, y debes aportar a cada situación alegría y energía.
  • Disfrutas de todos los placeres que te ofrece la vida. La superficialidad y hedonismo te posee.
  • Te aburres cuando no recibes estímulos del exterior, con lo cual te distraes y dispersas fácilmente.
  • Te hace sentir mal el estar solo y en silencio, ya que hace aflorar la ansiedad y el malestar de tu interior. Este malestar hay que soterrarlo, y los planes de futuro siempre están ahí.
  • Eres gracioso, superficial, hedonista, insaciable, hiperactivo, y hasta glotón. Priman los placeres.

 

¿Y cómo equilibrar esta personalidad y evitar el escapismo de ti mismo?

  • Conviértete en agradecido, calmado, vital, dichoso y presente en el momento.
  • Asume más seriedad, claridad mental, comprensión y sabiduría.
  • Practica el desapego ante las cosas y las experiencias.
  • No tengas miedo al dolor y sufrimiento, van a hacer que conozcas una parte muy importante de la condición humana. Te hará ganar madurez.
  • Cuando te sientas aburrido y con desasosiego, pregúntate ¿De qué trato de huir? No retrases lo inevitable.
  • Aprende a silenciar tu mente y encontrarte con tu esencia. Reconoce tus sensaciones interiores.
  • Practica la escucha activa, practica la comprensión de lo que los demás pretenden comunicarte.
  • Inicia el viaje hacia lo cotidiano, practica la atención consciente.
  • Práctica el silencio cuando estés con otras personas, poco a poco perderás esa sensación de incomodidad ante la ausencia de palabras y actividad.

 Todo ello te permitirá comprender que no puedes huir, escapar de tu realidad interior de un modo permanente, ya que te acompañará durante el resto de tu existencia. Te permite liberarte del miedo de perderlo todo y sufrir.

 Acepta la metamorfosis de la gula, entendida como el insaciable deseo de experiencias gratificantes, por la sobriedad exenta de ansiedad.

Descubre que tu interior no está vacío, está lleno a rebosar de belleza y alegría.