1. LUJURIA Del lat. luxurĭa). Según la RAE

f. Vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales.

f. Exceso o demasía en algunas cosas.

2. La lujuria (en latín, luxus, ‘abundancia’, ‘exuberancia’) es usualmente considerada como el pecado producido por los pensamientos excesivos de naturaleza sexual, o un deseo sexual desordenado e incontrolable.

3. Anónimo.

‘la lujuria son los pensamientos posesivos sobre otra persona’

 

Cuando oímos la palabra lujuria, nuestra imaginación da rienda suelta a bacanales, orgias y desazones…pero la lujuria se enmarca muchas veces en la obsesión de poseer, en la obsesión de llenar un vacío que nos produce el no contar con un proyecto personal que dé sentido y emoción a nuestra vida. En la obsesión de proyectar ese vacío en la posesión del cuerpo, de la mente y de las emociones de otras personas.

Todo ello viene fácilmente inducido por nuestra cultura occidental, donde prima más el valor de Tener que el valor de Ser, y una vez poseído el bien tan anhelado desaparece la satisfacción, y un nuevo círculo se pone en marcha.

¿Qué hacer para dejar volar en libertad a las personas que nos rodean?

¿Qué hacer para ser libres?

  1. Entender que las personas no son propiedades adquiridas o a adquirir. Eliminar de nuestro vocabulario habitual el posesivo ‘mi’ cuando nos referimos a las personas que comparten la vida con nosotros. Es preferible utilizar los nombres propios.
  2. Generar un proyecto de vida que dé sentido y significado a nuestra existencia. Y no proyectar nuestras carencias, dudas y miedos en los demás.
  3. Idear espacios donde impere el movimiento, entendido como crecimiento individual en interacción con los demás. Relación basada en el amor.
  4. Entender que el concepto de caducidad, no es peyorativo,  y  que el concepto de eternidad, es un concepto generado para paliar la cobardía y el miedo de vivir nuestra vida y nuestro presente. La caducidad lleva implícito la esencia de renovación ante el agotamiento, no de corrupción por el deterioro. Implica generación de nueva energía.
  5. Aceptar la grandiosidad de la libertad. Entendida como generosidad a que los otros vivan su vida.
  6. Y basar la felicidad en ser en el momento presente, y no en la acumulación de ‘lo que sea’.

Se esta acercando la Navidad, e independientemente de si eres creyente o no, el mejor regalo que puedes ofrecer a los que te rodean es la libertad de elección, decisión.

Y como no, el mejor regalo para ti es el de simplificar tu vida, y eliminar lo superfluo y vanidoso, vive con las posesiones mínimas, las que realmente necesites,

y que el movimiento forme parte de tu ser.