¿Es bueno preocuparse?

Pues yo te diría como todo en la vida, la respuesta está en el justo equilibrio. Pero aquí te voy a responder con otra pregunta ¿Qué te va aportar la preocupación? Dirás, pues anticipar los problemas, y yo te digo pues puede que así sea.

Y añado otra pregunta ¿Y qué pasa con tu vida, tu presente? Si tanto esfuerzo dedicas a proyectar tu futuro, anticipar posibles problemas por si acaso se presentan, que casi nunca acaban presentándose o completamente diferentes a como los habías imaginado, posiblemente nunca vivas tu momento actual, lo vives con preocupación.

Mira la siguiente lista y si alguna de estas preocupaciones forman parte de tus pensamientos habituales… entonces sí que es el momento de que empieces a preocuparte.

La lista mágica de las preocupaciones:

Mis hij@s, sino es así no seré muy buen progenitor.

La felicidad, son felices los que me rodean.

Mi salud, puedo enfermar y que ocurrira.

La muerte, y si me muero pronto.

El trabajo, ¡uff! con los tiempos que corren.

La economía, y quien lo va a arreglar, ¡con estos políticos!

La seguridad, y si me atracan, me roban.

Los accidentes, y si me ocurre algo.

Lo que piensan los demás, si no me ven como buena persona.

Mi peso, y si enfermo, si no tengo buena figura, querrán contar conmigo.

El dinero, si me quedo sin dinero que voy a hacer.

Envejecer, voy a dar demasiado trabajo a los otros.

El amor, si pierdo el amor de la persona que más amo.

Hablar en público, y si me bloqueo.

… y no continuo con más porque seguro que ya te has identificado con alguna o varias de estas preocupaciones, ¡No! Pues ¡enhorabuena! Estás viviendo tu momento actual y seguro que te acompaña la felicidad.

Y sí, algo más… pon un poco de humor en tu vida, y de intimidad.

¿Qué te aporta estar preocupad@?

  • La preocupación reside en el futuro, de este modo evitas vivir el presente y tomar decisiones. Justifica el no asumir riesgos para evitar amenazas e inconvenientes.
  • Puedes considerarte una buena persona, ya que te preocupas por los demás, y por no crearles inconvenientes.
  • Te ayudan a justificar conductas autofrustrantes. Como comer en exceso, fumar ante situaciones angustiosas, ya que la preocupación te invade.
  • Te permite evitar el cambio, porque este te puede traer problemas. Con lo cual justifica tu falta de acción.

La  preocupación es la excusa perfecta para el inmovilismo, la excusa, la culpabilización de las circunstancias y de los otros. Es una perdida de libertad por cobardía, todo lo demás es disimular la realidad con paños calientes.

¿Realmente te compensa estar preocuapd@?

Reconócete, si te estás preocupando en exceso, y en el próximo post te ofreceré algunas pistas para vencer la preocupación.

¡Y vive la vida!