Sinopsis: sin movimiento no hay cambio, cuando quieres un cambio en tu vida tendrás que estar dispuesto a viajar, será imprescindible un viaje interior de re-descubrimiento, y muchas veces se complementará con un viaje exterior en el que fijar esa nueva persona que has re-descubierto. Eso es de lo que va un proceso de coaching, viaje como esencia y palanca del cambio.

Viajar sirve para ajustar la imaginación a la realidad, y para ver las cosas como son en vez de pensar cómo serán”.  Samuel Johnson

Un proceso de coaching, que viene delimitado por la necesidad de cambio y ello implica la necesidad de mejora es un viaje que inicias por ti solo:

Primero un viaje interior, el que te permite reconocerte sin barreras y limitaciones. Saber cúal es el modo en que interpretas la realidad y como te relacionas con los otros. Este viaje interior tiene un carácter potenciador y revitalizador de tu vida. Aunque a veces no es suficiente ya que tus pensamientos, creencias necesitan de un “movimiento brusco en la caja” y para ello es necesario enfrentarte a modos muy diferentes de ver la vida.

Segundo un viaje exterior, el que te ofrecerá la posibilidad de enfrentar tus paradigmas, creencias con otros distintos, y descubrir que hay de cierto y sin fundamento en tus prejuicios. Un viaje por ti solo por tierras diferentes te va a aportar unos beneficiosos extraordinarios.

  1. Disfrutarás de la Vida

Descubres que fuera de tus hábitos cotidianos y de tu contexto aún queda mucho por descubrir y experimentar. Sabores, aromas, colores, sonrisas… y todo lo que se te ocurra, volverás a vivir la vida en intensidad. Te verás obligado a hacer cosas que nunca te hubieras atrevido.

  1. Te conocerás mucho mejor.

Conocerte a ti mismo será la clave para alcanzar la felicidad. Después de tu viaje interior que ya te ha descubierto quién eres, nada mejor que medirte en tu nuevo conocimiento en un contexto diferente, ya que te expones a cosas y circunstancias nuevas y te permite reflexionar sobre lo que realmente necesitas y es importante en tu vida. El día a día no te permite esta reflexión

  1. Valoras Más lo que Tienes y lo que no vale la pena.

Tú eliges entre TENER o SER.

Un exceso de pertenencias es lo mismo que un sobrepeso solo te ofrece problemas y falta de libertad, es algo enfermizo. Lo importante no eres tú, lo importante son las cosas. ¿Seguro que te aportan lo que esperabas?

Valorarás más aquellas cosas que realmente te aportan ese granito de arena a tu felicidad.

  1. Volverás a crecer como persona.

El viaje te ofrecerá desafíos constantemente, y si viajas solo será todo un reto. Tú serás el único responsable de tus decisiones y de tu vida.

Sales de tu zona de confort para entrar en tu zona de aprendizaje lo cual hará crecer, quieras o no, tu coraje

  1. Estimularás tu cuerpo y tu mente.

Todo tipo de nuevos estímulos bombardearan tu mente y también tu cuerpo, ese ejercicio de adaptación forjará un cambio,  adaptabilidad y flexibilidad como nunca hubieses imaginado.

Te verás envuelto de lo nuevo, lo diverso todo ello en un contexto de desafio.

  1. Aumentará tu confianza y tu perspectiva.

Cuando te cuesta creer en ti, crees que no vales para conseguir tus sueños, nada mejor que ganar en prespectiva y medirte en nuevas circunstancias en las que la respuesta es si o si. Tu confianza, autoestima van a crecer enormemente ya que no solo ganas perspectiva del mundo y de la vida, también se incrementa la perspectiva sobre ti mismo.

Te pondrás cada día a prueba al superar los obstáculos y desafíos que se te presentan.

  1. Serás más interesante.

A todos nos gustan que nos cuenten historias, cuentos, no solo a los niños, ahí el éxito de las novelas y el cine. Tendrás muchas historias, anécdotas, aventuras que contar lo cual te convertirá en un persona cargada de hechizo al ofrecer relatos que corresponden a lo vivido, despertarás la curiosidad de los otros, el afán de dar respuesta a la curiosidad siempre ha movido y mueve el mundo.

    8.    Conocerás gente diferente.

Al viajar solo te verás obligado a relacionar con gente que no habías conocido nunca, y con ello llegaras a la conclusión que hay gente buena, amable, dispuesta a ayudar en cualquier parte del mundo, también descubrirás que la maldad no solo existe en tu pueblo, ciudad, país, lo cual te permitirá disfrutar de las buenas personas que aparezcan en tu vida en un entorno cultural muy diferente.

Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”. Cesare Pavese