Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente”. Mark Twain

Cuando inicias un viaje exterior quieras o no se produce al mismo tiempo un viaje interior que lleva al cambio de vida, a la transformación, sino a la metamorfosis, pero no solo de tu mente, al descartar falsas creencias y prejuicios, sino también de tu cuerpo ya que se encuentra interactuando con medio físico completamente diferente.

Acabas viviendo el presente, el instante fugaz porque poca cosa más tienes,

Y porque intentar decir algo que otros viajeros lo han dicho mucho mejor, con más intensidad y con aquellas emociones a flor de piel.

Esta semana os dejo unas gotas destiladas de viajeros que se encontraron en el camino, espero que las disfrutéis.

Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”. Cesare Pavese

Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina. Es mortal”. Pablo Coelho

Si rechazas la comida, ignoras la vestimenta, temes la religión y evitas a las personas, quizás sea mejor que te quedes en casa”.  James Michener

Cuando salgamos del enfrascamiento de nuestro propio ego y cuando escapemos como ardillas de la jaula que es nuestra personalidad para volver nuevamente al bosque, temblaremos de frío y de miedo. Entonces nos pasarán cosas que harán que no sepamos quiénes somos. La vida, fresca y reveladora, se nos adentrará”. D. H. Lawrence

Ya te lo puedes imaginar, la misma comida, las mismas conversaciones sino cotilleos, la misma cama, la misma gente, es la mejor manera de envejecer rápidamente.

Asumir riesgos ¡humm! el final por mucho que te resistas va a llegar, deja que todo transcurra como tiene que ser.

Acepta un cambio de vida…cuando sea el momento…pero acéptalo.

Y aprende a desplegar tus alas y empezar a volar.

 

 

 Me di cuenta rápidamente que no hay viajes que nos lleven lejos a menos que se recorra la misma distancia en nuestro mundo interno que en el exterior”. Lillian Smith