Cuando todo se derrumba a tu alrededor ¿Qué hacer?

Pues muchas veces el mejor remedio es el más sencillo y el más antiguo… un cambio de AIRES.

Sí, como ser humano, eres un ser con curiosidad, con ansiedad por las novedades, con expectación por nuevas historias. La ausencia de ellas te lleva a la monotonía, al aburrimiento, a la desidia, a la tristeza, y esa falta de ilusiones a la desmotivación, y puede que hasta la depresión.

Si en algún momento sientes la LLAMADA A LA AVENTURA, no te resistas, vence tus miedos y lánzate. Emprende un viaje, por donde tú quieras, ya sea un viaje interior, exterior, pero acepta la llamada a la aventura, e inicia un viaje enriquecedor que haga que vuelvas a sentir la felicidad, y dejes abandonado el aburrimiento en la cuneta.

Y ahora os presento un fragmento de una historia del libro de Paul Auster ‘Brooklyn Follies’ editado por Anagrama. Ahí va.

‘-Vale. Cuéntame ya esa historia.

-De acuerdo. Esa historia. La historia de la muñeca…

Todas las tardes, Kafka sale a dar un paseo por el parque. La mayoría de las veces, Dora lo acompaña. Un día, se encuentran con una niña pequeña que está llorando a lágrima viva. Kafka le pregunta qué le ocurre, y ella contesta que ha perdido su muñeca. Él se pone inmediatamente a inventar un cuento para explicarle lo que ha pasado. “Tu muñeca ha salido de viaje” le dice. “¿Y tú cómo lo sabes?”, le pregunta la niña. “Porque me ha escrito una carta”, responde Kafka. La niña parece recelosa. “¿Tienes ahí la carta?”, pregunta ella. “No, lo siento”, dice él, “me la he dejado en casa sin darme cuenta, pero mañana te la traigo.”…

Kafka vuelve inmediatamente a casa para escribir la carta…

Al día siguiente, Kafka vuelve apresuradamente al parque con la carta. La niña lo está esperando, y como todavía no sabe leer, él se la lee en voz alta. La muñeca lo lamenta mucho, pero está harta de vivir con la misma gente todo el tiempo. Necesita salir y ver mundo, hacer nuevos amigos. No es que no quiera a la niña, pero le hace falta un cambio de aires, y por tanto deben separarse durante una temporada. La muñeca promete entonces a la niña que le escribirá todos los días y la mantendrá al corriente de todas sus actividades.’

Deseo que te haya gustado este pequeño relato, a mí me llego al alma.

¿Qué hacer?

  • Reconócete y averigua si lo que te produce tristeza e insatisfacción es algo tan común como el aburrimiento.
  • Atrévete. Acepta la llamada a la aventura, y sal de tu zona de confort. Sí, aquella que es conocida, repetitiva y  sosa. Aquella que te está envejeciendo prematuramente.
  • Disfruta. ¿De qué? De la vida… de tu vida. El tiempo no corre sino que vuela. No lo dejes escapar. Vive cada instante habiendo recuperado tu responsabilidad y el pensar consciente.
  • Abre. ¿El qué? Tus ojos y tu mente, a nuevas experiencias, a nuevas sensaciones, a nueva gente. Regresa con un baúl cargado de energía, alegría y ganas de hacer.

Y no esperes más… ¡Cambia! Deja que el coaching se convierta en la brújula de tu viaje.