Cuando nos adentramos en el bosque de nuestros sueños,
Y dejamos que la vida transcurra a su manera, sin oponer fuerza y resistencia.

A modo de flujo continuo de aconteceres a los que no les damos excesivo significado. La obsesiva necesidad de hoy en día que todo tenga una razón de ser, sino es considerada como superficial y vacua.

El poeta valenciano Marc Granell, canto a la sencillez de los sueños en un poema, que yo he estirado en prosa y a que después he traducido a mi manera. Como reflexión de lo importante que es en la vida la sencillez, la humildad y cierta superficialidad.

‘Tinc els meus somnis i els vull tenir perquè sovint són un bon mirall de la meua vida. M’agrada la senzillesa de les petites coses i sóc feliç pensant en la seua insignificança. En somiar, ho tinc tot, deixe parlar el vent, escolte la pluja i veig l’horitzo del meu pensament.’

‘Tengo mis sueños y los quiero tener porque a menudo son un buen reflejo de mi vida. Me gusta la sencillez de las cosas pequeñas y soy feliz pensando en su insignificancia. Soñando, lo tengo todo, dejo hablar al viento, escucho la lluvia y veo el horizonte de mi pensamiento.’

Cuando la vida se complica:

  • Antes de profundizar descubre la superficie, no te vayas a ahogar.
  • Vive el presente, el pasado y el futuro acaban siendo creaciones de tu mente, el instante actual es lo único que te pertenece, no te lo pierdas.
  • No pretendas que el vaso esté a rebosar, te va a sobrepasar, siempre necesitas aire para respirar, por lo tanto no llenes de excesivas expectativas en los demás.
  • No dejes de parte tus sueños, amplia tu horizonte, cuando el aburrimiento y la apatía te conquistan estás entrando en tu zona oscura. Nadie llegó a ninguna parte si antes no soñó.
  • Deja espacio al crecimiento de tu autoestima ¿Cómo? Aceptando tu realidad y no queriendo impresionar a nadie, vas a conseguir el efecto contrario.
  • Vence tus miedos y crea tu destino… vive tus sueños.

 

 ¡Atrévete! Llega hasta e final del vídeo
 y encontrarás pistas para trazar tu futuro

 Cuando hayan desaparecido los unicornios y los faunos de tu vida,

 ¡empieza a preocuparte!