Cuando alguien me habla de metas, u oigo la palabra meta, me viene automáticamente a la mente un pelotón de ciclistas pedaleando y dando bandazos que desafían la gravedad para lograr ser el primero en llegar a la meta.

Pero las metas también son para la vida, claro está, si eres tú el que la vives, si la dejas en manos de los otros, no sabrás ni que es una meta.

Ahora bien, si te has establecido de vez en cuando algún que otro reto, o tienes metas en los diferentes ámbitos de tu vida, sabrás muy bien que alcanzar las metas requiere de 2 predisposiciones por tu parte:

  • ‘Pedalear’ aunque ya no te queden fuerzas.
  • Y desafiar normas, reglas, prejuicios, creencias limitantes hasta estar a punto de caer.

El equilibrio es permanente movimiento, acción…

es estar siempre a punto de caerse.

Las metas no se alcanzan solo con que digas que lo quieres lograr, que contrates a un coach y te sientes a esperar. Conseguir tus  metas es un proceso que requiere de convencimiento y determinación, debes averiguar y definir muy bien lo que quieres lograr, y al final, también, saberlo celebrar, al conseguir lo que te habías propuesto.

Durante el camino además tendrás que hacer alguna parada, será necesario que verifiques que las metas sean adecuadas para ti, que las hayas planteado  de la forma correcta, que cuentes con los recursos  y  herramientas necesarias para lograrlas, y que tu  motivación esté siempre activada.

 

 ¿Y cómo puedo lograr mis metas?

  1. Ten metas. Aunque te parezca raro, muchas veces no logras nada porque no te propones nada. El éxito depende de la calidad de las metas seleccionadas.
  2. Que tus metas este de acuerdo con tus valores personales.  No solo valores éticos, también aquellos valores que marcan tus prioridades personales y profesionales.
  3. Establece las metas de la forma correcta. Que no sean solo una declaración de buenas intenciones, que sean concretas, medibles, alcanzables pero también retadoras, y que tengan una fecha límite de cumplimiento.
  4. Diseña un plan de acción. Para ir del punto A (actual) al punto B (donde quieres llegar) será imprescindible  una estrategia, sino vas a dar palos de ciego.
  5. Crea una estructura de soporte. Alcanzar tus sueños no va a ser un camino de rosas, cuenta con alguien que te acompañe en los momentos más difíciles, que seguro van a aparecer. Cuando quieras abandonar alguien tiene que animarte y prestarte sus fuerzas para continuar.
  6. Apóyate en lo que sabes hacer. Tus metas van detrás de tus sueños no de quimeras imposibles. Recapitula tus habilidades, conocimientos y experiencias.
  7. Aprende de tus logros, pero también de tus fracasos. Y a partir de ahí ve modificando y actualizando tu plan de acción según vayan apareciendo nuevas ideas.
  8. Dosifica tus fuerzas. Recuerda que no es una carrera de velocidad, es una carrera de larga distancia, adecua tu ritmo a la meta establecida, y sobre todo disfruta del juego.

Y lo demás lo pones tú, que tu paso por esta tierra sea memorable…