Siempre ocurre lo mismo. Cuando nos acercamos a las fiestas navideñas, nos asalta una cascada de emociones, añoranza, tristeza, desconsuelo…

pero ¿por qué no? Del pasado hay que recordar los buenos recuerdos que nos dejó, y en el presente…

Alegría, calor en el corazón, y también ilusión y fe en nuestro proyecto de vida…y en estos tiempos de dificultad recuperar la compasión y el perdón.

En estos años pasados de fastos y dorados, casi que nos olvidamos de que los que nos rodean también sienten, también sus emociones les desbordan a cascadas.

Que la felicidad y los sueños formen parte de nuestras vidas.

 

Sonríe, no te resistas…¡sonríe!

Os deseo de todo corazón: ¡Felices fiestas de Navidad para tod@s!