Cuando la solución está en tus manos, solo en ti.

Renaciendo de las cenizas como el ave Fénix.

El renacer cuando se ha tocado fondo duele y curte a la persona. No se la puede engañar con falsas promesas de caminos fáciles. En estos tiempos difíciles muchos se ha apuntado al mundo del coaching como falsos profetas.

Cuando andas perdido, cuando las cosas no están saliendo como te esperabas, cuando todo se derrumba a tu alrededor. Eras fuerte, muy fuerte, creías que nada iba a poder contigo, pero llega ese día que te tienes que medirte contigo mismo.

Y ese día que ya no puedes contar con la ayuda de los que te rodean, de los que tienes más cerca, de los que tienes en tu corazón, no porque no quieran ayudarte, sino porque solo tú puedes cambiar la situación.

Sí, duele, y no poco, cuando ves que has tocado fondo, y después te das cuenta que aún queda un escalón para descender, ¿Y habrá alguno más?  Y en ese momento la solución, el renacer de las cenizas pasa por ti como el ave Fénix. Si te dicen que no te preocupes, que si encuentras el camino adecuado va a ser fácil te están engañando, sí, así como suena, te están engañando.

Cualquier proceso de salida de tu zona de destrucción requiere:

  1. Descansar, descansar para recuperar las energías y la serenidad. Si todo o casi todo está perdido, primero es recuperarte tú, recuperar tu equilibrio físico y emocional.
  2. Descubre tu propósito y pasión en tu vida, es lo que te permitirá resurgir con fuerza para continuar.
  3. Tomar decisiones, reflexionar lo que quieres y las consecuencias, tú serás el responsable del resultado, nadie más. Todo el resto son paños calientes para que no duela.
  4. No te demores mucho ante la toma de decisiones, si las dudas te desbordan déjate llevar por tu intuición. En estos momentos es tu mejor aliada.
  5. Y una vez recuperado y con decisiones tomadas, lucha, lucha y lucha, nunca ha sido fácil, y cuando en algún momento te sientas desfallecer para y descansa.
  6. E imprescindible basa tu acción de cambio, de transformación en un plan de acción, con metas a alcanzar y con pasos precisos y detallados, sino posiblemente te pierdas y empieces a dar vueltas y vueltas.

Ya sé, he sido muy duro, pero no dejes que te vendan humo, hay veces que estás solo ante el peligro, y te va a medir, te va a doler, pero al final de la transformación serás otra persona, curtida y satisfecha.

Si no sabes como emprender la travesía del desierto y no te ves con el valor suficiente, déjate acompañar, un proceso de coaching te puede ayudar, pero no esperes milagros.

 

¡Pon un coach en tu vida!

No un vendedor de humo.