El que esté libre de miedos que lance la primera piedra.

En tiempos de incertidumbre, dificultad y desconocimiento de lo que te depara el futuro, y en cualquier tiempo también, debes sobreponerte a tus inquietudes, dudas, flaquezas, y rebuscar en lo más hondo de tu ser para ganar la partida al miedo, activar todas tus energías, todas tus fuerzas y…

¡A por ello!

Y esa determinación a luchar por conseguir lo que deseas, la libertad, te hará superar los miedos que te amordazan y te impiden actuar.

Definiciones de valiente y temerario de la R.A.E.

Valiente.

(Del ant. part. act. de valer; lat. valens, -entis).

1. adj. Fuerte y robusto en su línea.

2. adj. Esforzado, animoso y de valor.

Temerario/a.

(Del lat. temerarĭus).

1. adj. Excesivamente imprudente arrostrando peligros.

El que esté libre de algún miedo que lance la primera piedra. El valiente tiene miedo; el temerario, resguardado en su ignorancia, desconocimiento, inconsciencia,  llega a ignorar los peligros. El valiente teme a los peligros, pero se sobrepone y se enfrenta a ellos. Convierte el miedo en su aliado, convirtiéndolo en centinela y manteniéndolo alerta para superar los peligros y amenazas.

¿Te sientes atenazad@,  inmovilizad@ por el miedo?

Prueba esto:

  • Primero es imprescindible reconocer, aceptar que tienes miedo. Si continúas en tu negación, continuarás poseído por él.
  • Distingue entre los miedos amigos de los enemigos. Los miedos amigos te advierten, te mantienen alerta de las amenazas y peligros, para alejarte y cuidarte de ellos. Los miedos enemigos merman tus fuerzas, te dejan exhaust@ y a merced de los peligros. Éstos funcionan a modo de vaticinio.
  • Tú no eres tu miedo. Ésta es una de las mayores amenazas. Cuando llegas a identificarte con tu miedo, cuando acaba formando parte de ti mism@ y acabas identificándote con el miedo y terminando teniendo vergüenza. Esto te aísla, y te condena al secretismo, al silencio y te deja aislad@.
  • Cuando seas vampirizad@ por algún miedo, identifícalo. Y actúa para arrancarlo de tu interior, de tu identidad, sino estás perdid@.
  • Ten en cuenta que el miedo se alimenta, la mayoría de las veces, de falsas creencias. Localízalas y arráncalas de raíz, transfórmalas en creencias nuevas sobre ti, creencias de acción.
  • Los miedos corresponden muchas veces a intoxicaciones. Sí, a intoxicaciones de comodidad, de autocomplacencia, de… ¡no me obligues a decirlo!
  • Dando poder a lo insignificante activamos el miedo.El temor a perder ¿El qué?

‘Aquello que poseo me posee’ Nietzsche

  • Aísla tu miedo. No lo justifiques, erradícalo de tu dinamismo mental.
  • Incrementa tus recursos personales ¿Cómo? ¡Actívalos! Los tienes en sobra, están adormecidos por la insidia y la pereza.
  • Busca aliados. Rodéate de gente que haya superado los miedos, te ayude y oriente en el proceso a seguir. Cuando te agotes en la lucha por dominar tus temores, tu acompañante te reforzara, te motivará en tu entrenamiento y combate.

*(Inspirado en el libro de J.A. Marina ‘Anatomia de la por’)

Y ¿Cuándo es el mejor momento para empezar esta limpieza de miedos?

Ahora, no esperes más e inicia un proceso de transformación y de crecimiento personal.

¡Desperézate y a por ello!