‘Melchor me odiaba porque nos parecíamos. Dos personas con ambiciones semejantes se recuerdan continuamente sus propias mezquindades. Yo lo odié desde el principio. Aunque también lo admiré, cosa que dudo que él hiciera. No porque Melchor fuese peor que yo, sino por vanidad mía: lo que admiraba en él era todo eso que, de alguna forma, me enorgullecía de mí mismo.’ Andrés Neuman, Después de Elena.

¡No odies! ¿Quieres mejorar tu modo de vida? ¿Quieres disfrutar de cada momento? Tu respuesta, seguro que es, ¡Sí!

Entonces para un poco, no te va a sentar mal.  Y reflexiona unos momentos, ¿Cómo estás de compasión? Estás en un escenario de ‘sálvese quién pueda’,  ser independiente es fundamental, sobretodo a nivel de pensamientos y emociones, pero aun es mejor ser interdependiente, la construcción de relaciones sinérgicas con los demás, y para ello es imprescindible sentir empatía hacia el otro, ponerse en su lugar, comprender antes de ser comprendido, escuchar antes de ser escuchado.  Siente COM-PASIÓN. Comparte la pasion. Pero no sólo en momentos difíciles, la compasión también es el COM-PARTIR momentos de satisfacción. Pruébalo, te va a sentar bien.

Y que me dices del enfado, la rabia, el odio y la ira que sientes cuando alguien te ha dañado. ¡Para! unos instantes y vuelve a reflexionar, ¿A quién hace más daño esa emoción? Seguro que a ti. ¿Has perdido la capacidad de PER-DONAR? Perdonar no es la expresión ‘perdón’ cuando pisamos, empujamos a  alguien sin querer. Perdonar, es mucho más, perdonar es dar tu benevolencia, hacer ‘borrón y cuenta nueva’, empezar de nuevo, poner el contador a ‘0’ con alguien que realmente te ha hecho daño, mucho daño, y a partir de ahí continuar la relación o seguir por tu camino. Pero con una sensación de renovación, de limpieza de alma, de volver a empezar sin rencor.

Pruébalo y ya me cuentas cómo te ha sentado.

  • Siente com-pasión y siéntete partícipe de + emociones.
  • Perdona y siéntete renovado y con + fuerzas.

Esto es lo que se te propone desde el coaching. La renovación de tus emociones, al fin y al cabo de tus energías y de unas motivaciones creadoras, potenciadas por tus dones naturales. Al fin y al cabo se trata de ser uno mismo y vivir la felicidad.