En algunas ocasiones en la vida sólo te queda una opción: Empezar de nuevo.

Te suena ‘Para y vuelve a arrancar’. Sí, esta es la fórmula mágica de los informáticos, cuando el ordenador se queda bloqueado, cuando deja de funcionar, cuando no saben lo que le pasa… Pues toma ‘¡Reinicia! Y nos suele parecer una respuesta de escapatoria cuando no tienen la solución al problema.

Pues aunque muy simple y rudimentario muchas veces, también,  es el mejor procedimiento cuando ya no puedes más. Cuando los problemas, la apatía y el sinsentido te están ganando la batalla, reiniciar es la mejor solución.

Parar, hacer borrón y cuenta nueva, es en múltiples ocasiones la mejor manera de empezar con plena energía, determinación y una meta en mente, aquella meta en la que hemos depositado nuestros sueños. Pero antes toca REINICIAR, empezar de nuevo con el contador a ‘0’, y tú preguntarás

¿Cómo reiniciar?

Viaje exterior. Si tu valentía te lo permite inicia un viaje, tú determinarás la duración…

Viaje interior. Y si no puedes emprender ese viaje prueba estas pequeñas recomendaciones…

Asúmelo. Así de simple es imprescindible reconocer que ya no se puede más, que ya se ha tocado fondo, que la caída ya no puede continuar. Si no se empieza por aquí es perder el tiempo, ya que empezarás por dar palos de ciego.
Ha llegado el momento de descansar y recuperar la salud. Sí, la salud. Cuantas veces no quieres reconocer que esa situación de desgaste que acarreas desde  hace bastante tiempo ha hecho mella en tu salud. Pues ha llegado el momento de recuperarla.

  • Dales descanso a tu cuerpo y a tu mente. Sueño reparador, comida saludable, ejercicio, aire puro y alguno que otro placer. Y aceptar que en este momento lo más importante eres tú.
  • Dentro de tu rutina diaria establece un tiempo para ti. Si es posible en tu rincón favorito, donde puedas hacer lo que te plazca, o no hacer nada. Pero es tu espació y tu ‘hora tranquila’. Desconecta todos tus aparatejos y no permitas que invadan tu intimidad.

Sé tú mism@.  Desde la autoestima, reconociéndote en todo tu valor, en tu unicidad, pero también con aquella humildad que te permite comulgar con la naturaleza y con el resto de los seres vivos. Ya sabes, la soberbia, el orgullo suelen ocultar flaquezas, debilidades y es una manera de enmascararlos. Activa tu valentía.
No a las ensoñaciones. Es vital tener sueños  pero para convertirlos en metas alcanzables, que no se conviertan en ensoñaciones que no te llevan a ninguna parte. ¡Ten cuidado con esto!
Sin prisa pero sin pausa. Establece esa meta tan deseada, que se convierta en  un objetivo a perseguir y disfruta de cada una de las etapas que te acerquen a su consecución ¡Celebra!  Cada uno de los pequeños retos superados. La felicidad está en el camino.

Y ya es más que suficiente… Ahora toca relajarte y tomar la decisión de reiniciar tu sistema,

y el tipo de viaje a emprender…