‘Esta mañana me he despertado sobresaltado, sudado, con el pulso acelerado y desorientado, ya que no sabía si lo que me estaba pasando era real o solamente un sueño, en este caso más bien una pesadilla, ¡y que pesadilla!

Ha sido una sensación extraña, una sensación de pavor, temor, miedo… ¿A qué? A una criatura extraña, irreal y que siempre acabo creando por una imaginación desbordada, y en muchos casos enfermiza. Enfermiza por falta de  determinación, de valentía. Sí, estaba soñando con la criatura: el futuro, y se manifestaba de manera sombría y mal agorera.’

Y me pregunto ¿A qué es debido?

‘Indudablemente a los monstruos que tengo encerrados en mi mente desde mi niñez, aquella niñez olvidada, desconocida, o borrada voluntariamente… y he conseguido identificar esos monstruos que arrojaban fuego por sus bocas malolientes, y cuando ya no les quedaba fuego babeaban una sustancia viscosa y de un color negruzco, de olor agrio y sensación corrosiva’. Anónimo.

No sé si tú también tienes encerrados algunos de estos monstruos en las mazmorras de tu mente. Si es así, reconócelo y elimínalos. Algunos de los monstruos que se pueden manifestar:

Monstruos tipo 1. Miedo a lo desconocido. Alimentado por la incertidumbre del cambio, es ese inmovilismo para salir de tu zona de confort creyendo que vas a entrar en una zona de pánico y bloqueo.

¿Cómo combatirlo? Cuando entras en una zona de aprendizaje no abandonas tu zona de confort, simplemente la amplias, accediendo a la zona mágica, aquella donde todo puede ocurrir si tú te lo propones, ya que tú creas tu realidad. Tú creas tu seguridad.

Monstruos tipos 2. Miedo al fracaso. Alimentado por el rechazo al error, por la persecución de la perfección.

¿Cómo combatirlo? Reconociendo que cualquier proceso de aprendizaje, desarrollo, cambio lleva implícito, como algo esencial, el ensayo y error. El fracaso forma parte de la experiencia de la vida. No te traumatices. Reconoce tu derecho a experimentar.

Monstruos tipo 3. Miedo a la soledad o al abandono. Alimentado por situaciones del pasado que repetimos en el futuro de nuestra mente. Es un miedo de supervivencia, ya que cuando eras niñ@ necesitabas de los demás para supervivir.

¿Cómo combatirlo? Incrementando tu autoestima y aceptar que para evolucionar y ser feliz no necesitas la aprobación de los demás. Tú trazas tu destino en base a la aceptación de posturas diferentes y discordantes. Descubre el placer de disfrutar de la soledad, ahora bien, no te conviertas en un lob@ solitari@.

Monstruos tipo 4. Miedo a perecer. Alimentado por la consciencia de tu finitud, por el conocimiento de la caducidad.

‘No hay nada más malévolo en tu vida que perderla por la cobardía de vivirla’

¿Cómo combatirlo? Muy simple, ¡Vive! Acepta los retos que se te presentan desde la libertad y la oportunidad de crecer y conocer.

Monstruos tipo 5. POR FAVOR ANOTA LOS TUYOS

¿Cómo? Por medio de un comentario a este post. Los lectores y yo te lo agradeceremos de todo corazón ¡Gracias! *A, que no se te olvide facilitarnos las estrategias y tácticas para vencerlos.

¿Y cómo se manifiestan estos monstruos malolientes?

Les das realidad a través del MIEDO. Ese miedo que te empequeñece y algunas veces te hace sudar y ocultarte detrás de una barrera falsamente protectora: tu ego. Ese miedo que en  tu intimidad te hace llorar como en tu infancia.

Cuando quieres salir huyendo o simplemente paralizad@, esconderte lo antes posible.

Cuando ves las señales de esos monstruos en forma de estrés, inquietud, ansiedad, impotencia, intranquilidad.

 

Ahora bien, la mejor manera de combatir estos miedos y superarlos, primero señalarlos, después identificar las emociones asociadas y acto seguido racionalizarlas y liberarlas.

Con ello vas a recuperar tu independencia, tu libertad, y vas a vivir la felicidad. Sí, esa sensación de tranquilidad y de estar bien contigo mism@.

¡Sólo hay una manera de vencer! ¡Acepta el reto y lucha! Y después celebra la victoria.

¡ALCANZA TUS SUEÑOS!