Lecciones para la vida y el coaching. Vivir es un arte en el cual no hemos sido instruidos.

Lecciones para la vida que no hemos recibido, y que añoramos en múltiples ocasiones. Mis conocimientos, experiencias y formación como coach me han dado algunas claves para vivir la vida con más plenitud, consciencia y el dejar fluir, y como no, disfrutarla.

  1. La soledad como elección. Cuando la soledad es una opción personal, y no una imposición de las circunstancias, es la mejor vía al conocimiento de uno mismo. Esa soledad elegida es esencial en algunas etapas de nuestra vida, cuando afrontamos cambios vitales, profesionales o de otra índole; emprender un viaje en solitario que nos permita escapar de la confusión vital. Esta soledad nos permitirá acceder a aspectos desconocidos de nosotros mismos. Al fin y al cabo, es un viaje iniciático, donde afloran partes de nosotros que antes estaban ocultas, soterradas y desconocidas. Sin la protección y el barullo de los demás, el encuentro con uno mismo es inevitable, con lo cual nos propulsa hacia adelante, permitiéndonos una revolución como ser vital consciente.

A partir de la soledad aparecen espontáneamente otras lecciones:

  1. La vida y el mundo es imprevisible. Planificamos, nos preocupamos, y después la vida nos sorprende, y no nos valen los planes que habíamos trazado, y de lo que nos preocupábamos no acaba ocurriendo. Y aparece en nuestra vida lo inesperado y la sorpresa. Con lo cual lo único que podemos esperar es lo inesperado. Aceptar esta lección es un gran calmante y tranquiliza nuestra mente de ese torbellino de preocupaciones que dan vueltas sin fin, atormentándonos y alejándonos del fluir vital.
  2. No todo tiene un sentido. Lo que acontece no siempre tiene una razón, no siempre se le puede asignar un sentido. El amor, la justicia, la igualdad, y otros tantos conceptos con los que tratamos de explicar la vida, atraparla, fijarla, son esos conceptos teórico-filosóficos, que hemos creado para categorizar lo que nos ocurre, pero como muy bien sabemos muchos acontecimientos de nuestra vida escapan y se resisten a cualquier categorización o clasificación. La vida es mucho más rica de matices y de sinsentidos. Por ello el soñar nos permite aplacar los sinsentidos que muchas veces nos torturan, todo por no dejarlos ir apaciblemente.
  3. Caos vs orden. Lo imprevisible y lo sinsentido nos lleva a la próxima lección. Si entendemos que la vida es caos y azar, ya se ha empezado a entender de qué va esto. Este bagaje nos permitirá afrontar la existencia de otro modo más apacible. Aprender el arte de vivir, de lo que se trata es de salir lo mejor parados, de tener suficiente flexibilidad y recursos para adaptarse y revolucionar las circunstancias que nos envuelven.

Tal vez sea la propia simplicidad del asunto lo que nos conduce al error.” Edgar Allan Poe

  1. Los venenos paralizantes: el orgullo y el miedo. El orgullo no es más que una barrera que construimos a nuestro alrededor para que los otros no descubren las debilidades y carencias que creemos tener. El miedo paralizante, solo es falta de fuerza para sacar los potenciales que tenemos adormecidos. Partiendo de la primera lección que nos da aquella soledad libremente elegida, reconoceremos que la humildad nos acerca a los otros y facilita que se abran a nosotros. Del miedo se descubre que es una herramienta de supervivencia, pero que cuando se convierte en paralizante se transforma en algo mortal de necesidad, ya que bloquea e impide afrontar lo inesperado que te trae la vida. Orgullo es solo el miedo a que los otros no les guste como somos de auténticos.

Estas son las lecciones para la vida y el coaching te ofrece…

El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.” Ernest Hemingway