Muchos me diréis, uauhhh!  ¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde?

Pues sí, el escenario económico y laboral no pinta muy bien, el número de parados, o continúa subiendo o se mantiene en unas cifras escandalosas. ¿Qué habremos hecho mal? Quizás respondas, ‘yo no he hecho nada mal, han sido los que nos mandan’.

Vale, pero buscar culpables y malgastar tus energías en ello no te va a aportar la solución. Cambia de actitud y ten en cuenta que ya has alcanzado tu mayoría de edad, si tú no te ayudas nadie te va ayudar. Coge aire, identifica qué te gusta hacer y qué haces bien, y a por ello. Puede que te ayuden estas pequeñas sugerencias.

  1. Cuida tu autoestima. Tu validez, tus talentos y dones naturales. No debes permitir que nadie te los anule. Acompáñate de emociones positivas. Siente la alegría.
  2. Las actitudes. ¿Cuál es tu escala de valores? ¿Cuáles son tus principios? ¿Cuál es tu código ético? Es muy importante tener respuesta para estas preguntas. Ya que una coherencia entre principios y trabajo te permitirá disfrutar de él. Ser uno mismo es fundamental.
  3. Las aptitudes. Tu formación, conocimientos, habilidades y experiencias te facilitarán desarrollar tu actividad profesional. Recuerda no vale la respuesta ‘Quiero trabajar, da igual de qué, de lo que sea’. Ten en cuenta tu desarrollo personal.
  4. Las creencias limitantes. Elimina de tu mente todos los impedimentos que te has creado como excusas, y que te impedirán desarrollarte y asumir retos. Huye de las etiquetas.
  5. La motivación. Averigua qué es lo que te motiva, y cuál sería el trabajo ideal para ti. Aquello por lo que te sientes motivado, te ayuda a centrarte y a conseguirlo. No te dejes llevar sólo por el dinero, disfruta de tu trabajo. Siente la felicidad.
  6. La preparación. En caso de que no tengas la formación imprescindible para el trabajo que deseas realizar, fórmate.
  7. Las opciones. Explora e investiga las diferentes rutas, caminos para llegar a tu destino y elige la más óptima. Establece tu trayecto.
  8. La acción. Imprescindible. Sin ella no vas a conseguir nada. Establece programaciones, fases, fechas y comprobaciones de si se está cumpliendo tu plan de acción.
  9. La ayuda. Puede irte bien contar con un profesional que te ayude en todo este proceso de definición, preparación, planificación y acción. Te puede ser de gran utilidad un proceso de coaching.

Ya sabes: quien l@ persigue, l@ consigue. La buena suerte hay que buscarla y ganarla. Sigue tus sueños desde el corazón.