¿Qué sabes de lo que hay debajo de tu superficie, debajo de lo evidente?

Te lo preguntaba en un anterior post. Y ahora, ¿ya lo has descubierto? Sí, enhorabuena. No, pues no esperes mucho más.

Derriba barreras y descúbrete quién eres desde la naturalidad, desde la humildad. Ya sabes lo que suele ocultar el orgullo, la soberbia, la prepotencia, pues la mayoría de las veces, … oculta… tu fragilidad, oculta… tu inseguridad, oculta… tu falta de autoestima, oculta… un montón de falsas creencias sobre ti mism@, creencias limitantes que no se corresponden con tu verdadero potencial, un potencial adormecido y enmohecido.

Rompe esa barrera y reconoce que en algún momento dejaste de crecer. Sí, dejaste de ampliar tus horizontes por miedo.

¿Miedo a qué? ¿A que no eres suficientemente buen@?

Consideras que no puedes mejorar, crecer, cambiar, convertirte en un ser pleno… o es que la pereza, la comodidad, la desidia te acerca hacia un final triste y desaborido.

¡No te lo creas! Ha llegado tu momento, y grita con toda tu fuerza ¡Hacia ello!

Sí, ya ha llegado el momento de desaprender, de abandonar esa imagen, esa realidad que tienes sobre ti mism@ ¿desde cuándo? Desde tu infancia… ¡Uff! Ya ha pasado suficiente tiempo.

  1. Desaprende lo aprendido. No es fácil, pero preparate para una nueva realidad que te envuelve y la realidad que tienes sobre ti.
  2. Derriba barreras. Lo único que hacen es aislarte, ocultarte y perder todas las oportunidades que te ofrece la vida.
  3. Activa tu corazón. Sí, déjate guiar por tu intuición, por lo que te dicta tu corazón, apaga por unos instantes, unos días lo que dicta tu razón, tus pensamientos. ¿Por qué no pueden estar ellos equivocados?
  4. Continúa con tu proceso de reconocimiento. Casi seguro, o no lo has iniciado o te lo has dejado a medias.
  5. Rompe con tus creencias limitantes. Al fin y al cabo alguien te las programo. Desprográmalas. Tu destino no está escrito, está esperando a que te decidas a inventarlo.

 

Y esa lucha, ese esforzarse, ese insistir te hará recuperar tu energía, tu alegría, y sentirás que la felicidad no es un estado inalcanzable, reconocerás que la felicidad consiste en sentir que estás viv@ y que luchas por formar tu destino.

‘¿Del negro abismo emerges o bajas de los astros?

Como un perro, del Destino sigue ciego tu falda,

Al azar vas sembrando el luto y la alegría

Y todo lo gobiernas sin responder de nada’ Baudelaire, Las Flores del Mal

¡Allá vas! Rompiendo barreras y creando el significado de tu existencia.