Estaba cansado… ¡que va! estaba agotado ¿Os suena de algo? A mí me ocurrió y después de una tarde paseando tranquilamente por el campo, me pregunté: ¿Qué me ocurre? ¿Dónde están mis fuerzas? Y ¡Eureka! , sin pensarlo, de un modo intuitivo me llegó la respuesta:

¡Me he olvidado de mí mismo! ¡He luchado contra mis fuerzas y dones naturales! Como no podía más, no me quedaban fuerzas, tomé una decisión:

Reconocerme y ser yo mismo, aceptar mis dones naturales. Pero primero tenía que recuperar la energía. Te voy a contar lo que a mí me funcionó.

  1. Que circule el oxígeno por tu cuerpo. Haz ejercicio, juega, disfruta…suda, estira, bosteza, desentumece tu cuerpo y tu espíritu.
  2. En el séptimo día descansa. Tómate tus propios momentos, no sólo al final de la semana, también durante el día. El tiempo libre y de ocio son importantísimos.
  3. Que corra el agua. Bebe mucha agua. Entra en contacto con el agua, fresca y estimulante, caldeada y relajante. Piensa que en gran parte eres agua, deja que se renueve, que fluya. Ello va a favorecer la activación de tus dones naturales.
  4. Airéate como la ropa tendida. Disfruta del sol, del aire libre, siente en tu piel el mundo. Ventílate y recárgate de la energía que te ofrece la naturaleza.
  5. Sabores y aromas. Disfruta del placer de una alimentación sana y equilibrada, que cada comida que realices sea una fiesta por lo que te ofrece a tu bienestar. Sé consciente de las sensaciones que te ofrece cada bocado.
  6. Equilibrio. Sabes muy bien que tu salud depende de un equilibrio entre mente y cuerpo, realiza actividades que favorezcan ese equilibrio.

A mí me funciona, mi energía, motivación e ilusión están permanentemente recargadas. Ya me dirás si te funciona.